Hace unas semanas estuvimos trabajando la creatividad, la motricidad y la coordinación. Todo ello a través de una actividad en la que primero salimos a recoger hojas secas, una vez de vuelta en el centro las pintamos con témperas y las impregnamos en una cartulina para que al quitarlas, quedara el negativo de la hoja y simulase un bosque con los colores del otoño. Tenemos todos unos artistas.