Nos encanta estar siempre haciendo algo que nos exija movernos, pensar y elaborar, aunque también sabemos respetar nuestros momentos de descanso.
Como vemos que nuestros abuelitos vuelven al «inicio de curso» con más energía que nunca, hemos elaborado estos recuerdos flotantes, gracias a la donación de los botes de cristal de la Cafetería Bocatería Rural de Marín, sólo ha hecho falta un poco de arena, conchas de la playa y un poco de agilidad motriz.